Como cada 28 de octubre celebramos, tristemente, la muerte de uno de los más grandes poetas de nuestro país: Rafael Alberti. Este año además se cumplen 20 años de su muerte. Desde Ediciones Jaguar, queremos hacer un breve homenaje a este gran artista que tanto ha legado a nuestra cultura. Recientemente hemos editado un libro titulado Poemas chiquininosmaravillosamente ilustrado por Mariana Ruiz Johnson. Con toda su luz y color, se quieren acercar algunos de los poemas de Rafael Alberti a los más pequeños de la casa. 

Rafael Alberti nació el 16 de diciembre de 1902 en la ciudad gaditana de El Puerto de Santa María, donde pasó su infancia junto a sus hermanos. A los quince años, su familia se mudó a Madrid y él comenzó a estudiar pintura. En 1924 escribió su primer libro de poesía, titulado Marinero en tierra, que recibió el Premio Nacional de Literatura. Además conoció a otros grandes artistas como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Vicente Aleixandre o Luis Buñuel, entre otros, en la Residencia de Estudiantes de Madrid. La literatura y la política fueron los dos grandes ejes sobre los que giró su vida. Del primero podemos nombrar algunas de sus obras más famosas: Cal y canto, El alba del alhelíSobre los ángeles, donde el poeta formaba hermosas imágenes con palabras de elementos como el mar, la luz, el color o su amor por España. En cuanto a sus intereses políticos, Alberti se afilió al partido comunista, lo que lo obligó a exiliarse durante la dictadura. Años después, ya en 1977, Alberti pudo volver a su querida patria, donde permaneció hasta su muerte. El 28 de octubre de 1999 Rafael Alberti murió en su casa de El Puerto de Santa María, y se esparcieron sus cenizas por el mar que le vio nacer y crecer, y al que dedicó tantos de sus poemas.

Aquí os dejamos el poema «El mar. La mar», incluido en nuestra antología Poemas chiquininos, y recitado por el mismo Alberti e interpretado en Lengua de Signos:

«El mar. La mar»

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?

En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste
acá?

Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!

 

Esperamos que hayáis disfrutado de este poema y os animéis a seguir leyendo y descubriendo todos los demás que Rafael Alberti escribió con tanto cariño. ¡Viva la poesía!


Más información:

Poemas chiquininos

Rafael Alberti y Mariana Ruiz Johnson

Colección Miau